Castillo del Monarca, lo mejor que hemos visto en Lérida, te contamos todo lo que sabemos de esta belleza monumental.
Conocido popularmente como la Zuda, está localizado sobre la Piedra Soberana, al norte de la Catedral Vieja. Es el palacio donde vivía el monarca una vez que estaba en la localidad. Ha sido construido en la época mediaval de Barcelona, tiene un toque romano que la caracteriza con es belleza tan real.
Situada en la Plaza de la Catedral, frente a la clínica de Santa María, se encuentra esta locura de castillo que tiene enamorados a todos y cada uno de sus visitantes, es una pena que la mayor parte de sus obras de arte se perdieran a lo largo de la Guerra Civil.
En Barco Vikingo recomendamos visitar enormemente el Castillo de procedencia romana y que data del siglo XI. Ha sido muchos siglos un fortín militar. De él resaltan la Torre-Habitación y el santuario de Santa María de Garden. Hoy aloja el Centro de Interpretación del Orden del Templo para conocer algo bastante más de los templarios de la era.
Construido sobre los restos de una vieja mezquita, destaca en especial por su torre octogonal y la monumental recopilación escultórica que pudimos encontrar en sus capillas, cada una de ellas son las más relevantes de Catalunya. Al lado de esta Congregación se puede ver el Palacio Episcopal.
LA GASTRONOMÍA DE LÉRIDA TE DEJARÁ CON LA BOCA ABIERTA...
No falta en cualquier restaurante de Lérida los cargolos a la yauna (caracoles a la lata), aun cuando se preparan en especial a lo largo de la primavera. En Lérida hay numerosas denominaciones de procedencia, como el aceite de oliva Les Garrigues, la pera de Lérida y los quesos y mantequillas del Elevado Urgell y la Cerdanya. No dejar de probar la ternera del Pirineo, la olla aranesa, las butifarras y otros embutidos y dulces como las cocas o el turrón de Agramot.
RESPIRA ESE AROMA MEDITERRÁNEO TAN CARACTERÍSTICO DE LÉRIDA...
El clima en Lérida es de tipo mediterráneo, caracterizado por veranos soleados y calurosos e inviernos bastante fríos y húmedos. Es claramente en esta temporada invernal una vez que se da el fenómeno de la niebla, bastante recurrente en la ciudad casi cada día. Las lluvias acostumbran darse en especial en primavera, en lo que en verano es temporada seca a veces se alcanzan los cuarenta grados.
No falta en cualquier restaurante de Lérida los cargolos a la yauna (caracoles a la lata), aun cuando se preparan en especial a lo largo de la primavera. En Lérida hay numerosas denominaciones de procedencia, como el aceite de oliva Les Garrigues, la pera de Lérida y los quesos y mantequillas del Elevado Urgell y la Cerdanya. No dejar de probar la ternera del Pirineo, la olla aranesa, las butifarras y otros embutidos y dulces como las cocas o el turrón de Agramot.
La vida nocturna de Lérida tiene su sitio destacado en la Plaza Ricard Vines y alrededores, en especial la calle Bonaire. Ahí encontraréis bares, pubs, restaurantes, terrazas y otros locales de tiempo libre. Después tenemos la posibilidad de visitar el sector de la colina de Gardey, que cuenta con más pubs, aulas de baile y discotecas.
A nosotros Lérida nos tiene enamorados, con sus noches, sus monumentos, su gastronomía y su gente.