Sin lugar a dudas, pertenece a los paisajes más impactantes que tiene la provincia leonesa, y visita impuesta para todo ese que visite la provincia.
En las médulas se puede encontrar arte romano por cualquier rincón, y es que esta civilización permaneció en este espectacular paisaje durante varios siglos.
La peculiaridad de estas montañas es que en ellas había bastante oro, y la mejor forma que encontraron los romanos para obtenerlo ha sido derrumbando los montes, como si de una mina a cielo abierto se tratara, para luego filtrar los restos.
El resultado de esta brutal explotación es un paisaje colorido y de fuertes contrastes, resultado de mezclar la roca rojiza con la vegetación.
¿CÓMO ES LA VISITA AL PAISAJE DE LAS MÉDULAS?
La visita a las Médulas es totalmente libre, pudiendo recorrerlas por nuestra cuenta, o en grupo guiados, cuyo recorrido te tomará dos horas y cuesta 3€. Los senderos son simples de recorrer y permanecen bien señalizados, siendo imposible perderse. En las cavernas no está aconsejado entrar, pero es complicado resistirse a ver que hay dentro.
Recorriéndolas a paso lento y parándose a hacer fotos, tardaremos unas dos o tres horas en verlas por completo. El paisaje es más interesante en primavera y otoño, con la vegetación plenamente verde. En invierno tiene su interés en ver los árboles tan extraños que hay, aun cuando las vistas en general no son tan sensacionales.
Son algunas las rutas que tienen la posibilidad de realizase por Las Médulas, de mayor o menor recorrido, cada una de permanecen perfectamente señalizadas y nos permiten entender mejor la explotación de esta vieja mina romana.
¿CÓMO ES LA RUTA POR EL PAISAJE DE LAS MÉDULAS?
La ruta cuenta con un camino terrestre de unos tres kilómetros, con alguna pequeña subida. En el recorrido dejamos atrás la Laguna Extensa y un poco después la Laguna de Pinzais, luego de subir un pequeño camino, llegamos al Lago Sumido.
A partir de aquí, por la orilla del lago tendremos la posibilidad de ir al Mirador de Chao de Maseiros, pero nosotros mismos no subimos, preferimos tomar un camino a la izquierda que, con un respetable bajón, nos llevó a la pequeña aldea abandonada de Balouta, con las propias construcciones del área, aun cuando estando en ruinas, nos sorprendieron enormemente.
El recorrido por dichos parajes patrimonio de la humanidad, nos lleva a la era Romana en la península a partir de donde se extrajo todo el oro que dio origen al espectacular Imperio Romano.
Un lugar ideal para pasar un fin de semana y gozar de sus paisajes, sus rutas, sus lagos, sus árboles centenarios, podría continuar enumerando una cantidad enorme de rincones pero es mejor que os animéis y vayáis a verlas vosotros mismos.
En definitiva, no solo es un paisaje, es todo un mundo en el que perderte para explorar.